viernes, 15 de abril de 2016

Reecuentro

Me encuentro leyendo el blog que inicie allá por el 2007,que lindo reencuentro, que lindo mirarme en esa época, siento que fluían las palabras con tanta espontaneidad que me impresiona un poco, hace tiempo que me encuentro en el anonimato, ja, creo que me estoy protegiendo, quizás… me parece, ¿de quien? …. ¿de mi?....cuantas cosas pasaron desde aquellos tiempos, podría decir que por estos días  soy una persona diferente y ahora que leo lo escrito hace diez año, resurge en mis desde las entrañas, esa personita que escribía sin pensar demasiado… ahora no escribo y pienso demasiado, ¿Cosas de la madurez o cosas del miedo? ¿Corazas? ¿Mantos de invisibilidad? ¿Refugios antibombas? ¿Puerperio?.
Leí y leí y mas o menos arrastro los mis conflictos, un poco maquillados en este momento pero los mismos. Eso no me preocupa mucho porque no dejo de estar  buceando (ni un día, y confieso estar a veces bastante agotada) en mi interior, así que en esas estoy, pero si me llamo la atención mi decisión en un momento dado de no hablar mas con el mundo… ¿Cuando creí que eso seria mejor?
¿Que sanar es dejar de comunicarse?… es clarísimo que no lo pienso… entonces… ¿porque esto estaría sucediendo?
Creo casi religiosamente, que no sanamos en soledad, que no sanamos callando, que no sanamos ocultando. Nuestro interior se expresa…pienso en la idea que el cuerpo enferma mas por las corazas que nos vamos poniendo, que por desgaste de uso, cual coche 2005 con 200,000 kilómetros
Y se nos viene la edad y acusamos recibo y salen todos los achaques a la luz, pero paralelamente dejamos de jugar, reímos menos y nos vamos llenando de papeles escritos con frases encubridoras que nos dejan bien parados… ¿enfrente de quien?...no creo que de nosotros mismos, el auto-engaño es una daga que perfora lentamente, gira, vibra y baila samba en nuestras entrañas.
¿Proceso natural? ¿El inconsciente junto a mi bailando un malambo con música a todo lo que da?...cada momento es único, después pasan como harina por un tamiz…las pelotas grandes como momentos Gordos de nuestra vida, los trabajo con el dedo hasta que pasan finamente por la malla y en un intento de generar una harina suave, homogénea, delicada, me  preparo para hacer un dulce torta que saboreare con unos ricos mates. Hasta que se acabe para después volver a comenzar.

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