Me encuentro leyendo el blog que inicie allá por el 2007,que
lindo reencuentro, que lindo mirarme en esa época, siento que fluían las
palabras con tanta espontaneidad que me impresiona un poco, hace tiempo que me
encuentro en el anonimato, ja, creo que me estoy protegiendo, quizás… me
parece, ¿de quien? …. ¿de mi?....cuantas cosas pasaron desde aquellos tiempos, podría
decir que por estos días soy una persona
diferente y ahora que leo lo escrito hace diez año, resurge en mis desde las
entrañas, esa personita que escribía sin pensar demasiado… ahora no escribo y
pienso demasiado, ¿Cosas de la madurez o cosas del miedo? ¿Corazas? ¿Mantos de
invisibilidad? ¿Refugios antibombas? ¿Puerperio?.
Leí y leí y mas o menos arrastro los mis conflictos, un poco
maquillados en este momento pero los mismos. Eso no me preocupa mucho porque no
dejo de estar buceando (ni un día, y
confieso estar a veces bastante agotada) en mi interior, así que en esas estoy,
pero si me llamo la atención mi decisión en un momento dado de no hablar mas
con el mundo… ¿Cuando creí que eso seria mejor?
¿Que sanar es dejar de comunicarse?… es clarísimo que no lo
pienso… entonces… ¿porque esto estaría sucediendo?
Creo casi religiosamente, que no sanamos en soledad, que no
sanamos callando, que no sanamos ocultando. Nuestro interior se expresa…pienso
en la idea que el cuerpo enferma mas por las corazas que nos vamos poniendo,
que por desgaste de uso, cual coche 2005 con 200,000 kilómetros
Y se nos viene la edad y acusamos recibo y salen todos los
achaques a la luz, pero paralelamente dejamos de jugar, reímos menos y nos vamos llenando de papeles escritos con frases encubridoras que nos dejan
bien parados… ¿enfrente de quien?...no creo que de nosotros mismos, el auto-engaño
es una daga que perfora lentamente, gira, vibra y baila samba en nuestras
entrañas.
¿Proceso natural? ¿El inconsciente junto a mi bailando un
malambo con música a todo lo que da?...cada momento es único, después pasan
como harina por un tamiz…las pelotas grandes como momentos Gordos de nuestra
vida, los trabajo con el dedo hasta que pasan finamente por la malla y en un
intento de generar una harina suave, homogénea, delicada, me preparo para hacer un dulce torta que
saboreare con unos ricos mates. Hasta que se acabe para después volver a
comenzar.
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